Arrecifes: La estancia "Carmen de Sierra", una de las mas elegidas para las escapadas de fin de semana

La estancia “El Carmen de Sierra”, en Arrecifes, fue elegida como uno de los sitios ideales a menos de 200 kilómetros de la capital para un descanso reparador y con aroma a campo.

Turismo 16 de julio de 2022 Modo Productivo Modo Productivo
el carmen del sierra

Las estancias bonaerenses son una excelente propuesta para un fin de semana de relax, confort y exquisita gastronomía. También son una invitación a conocer y recorrer la historia de nuestro país por la importancia que estas construcciones tuvieron durante todo el siglo XIX y comienzos del XX.

La estancia “El Carmen de Sierra” en el municipio de Arrecifes es un plan perfecto para el fin de semana. El lugar es una invitación a revivir fragmentos de la historia nacional y a conocer detalles de la arquitectura colonial en un entorno natural único.

En 1760 Francisco Sierra compró grandes extensiones de tierra cerca del Río Arrecifes donde construyó la casa que aún sigue en pie y que despierta la curiosidad de los visitantes. En 1785 levantó una capilla de estilo barroco con techo de tejas a dos aguas. 

El oratorio tiene un retablo de madera policromada con dorado a la hoja en los detalles ornamentales, y sobre el altar se encuentra la imagen vestida de la Virgen del Carmen, traída en 1550 desde Potosí. Además cuenta con un clavicordio original fabricado en Londres y un misal impreso en 1780.

En 1992 la capilla recibió la declaratoria de Monumento Histórico Provincial y en 1993, la de Interés Municipal.

El casco, dispuesto en forma de “U”, está conformado por la casa habitación con paredes de ochenta centímetros de espesor y un mirador que se utilizaba para advertir los malones. Tanto el edificio como esta atalaya fueron declarados Patrimonio Arquitectónico del Bicentenario a nivel nacional en 2010.

Ese conjunto habitacional se completaba con la matera, vivienda para los trabajadores y la escuela a la que asistían niños de la estancia y de la zona. Allí aún se conserva el mástil donde se izaba la bandera.

Dos aljibes de mediados del siglo XVIII le otorgan una belleza especial al paisaje.

La estancia fue escenario de la puja política de la época. En 1844, por orden de Juan Manuel de Rosas, gobernador de la Confederación, degollaron a Diego Sierra, hijo de Francisco, por haber colaborado con el ejército unitario de Juan Lavalle. También se confiscaron bienes y hectáreas que fueron restituidas en 1852 cuando Rosas fue derrotado en la Batalla de Caseros.

En “El Carmen de Sierra” se puede disfrutar de una visita guiada por las instalaciones del lugar y también de un típico almuerzo de campo.

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