La Industria Argentina Continúa en Terreno Negativo

La actividad industrial en Argentina ha enfrentado un desafiante comienzo de año, marcado por una persistente tendencia a la baja. Los datos recientes revelan una caída significativa tanto en términos interanuales como mensuales, evidenciando una situación preocupante para el sector y la economía en su conjunto.

En marzo, la actividad industrial experimentó una disminución del 17,2% en comparación con el mismo período del año anterior, y un descenso del 4,7% respecto al mes anterior, sin tener en cuenta la estacionalidad. Estos resultados marcan el décimo mes consecutivo de contracción, lo que refleja una prolongada y profunda recesión en el sector. En el primer trimestre de 2024, la caída interanual alcanzó el 11,7%, confirmando una tendencia a la baja que persiste desde hace varios meses.

Varios factores han contribuido a esta situación. En parte, la menor cantidad de días hábiles y problemas puntuales en algunos sectores han impactado los datos de marzo. Sin embargo, incluso con estos factores considerados, la tendencia a la baja persiste. El sector industrial enfrenta dificultades derivadas de la disminución de la demanda y la actividad en la construcción, así como el aumento de los costos de producción.

Los primeros indicadores sectoriales de abril sugieren que la caída interanual persiste, aunque podría observarse una leve mejora con respecto a marzo. No obstante, es importante destacar que el nivel de actividad sigue siendo muy bajo. Sectores clave como el Automotor y la producción de Cemento han registrado caídas significativas, reflejando la debilidad generalizada en la industria.

En particular, el sector Automotor ha experimentado su quinta caída interanual consecutiva, con una disminución del 21,0% en abril. Esta contracción se ha visto impulsada tanto por una menor demanda interna como por una disminución en las exportaciones. Asimismo, la demanda de energía eléctrica por parte de los Grandes Usuarios Industriales ha vuelto a caer significativamente, lo que indica una menor actividad industrial en general.

El panorama se extiende también al ámbito del comercio exterior. Si bien las exportaciones han experimentado un crecimiento del 36,7%, principalmente debido a mejoras en el sector agroindustrial, las importaciones han disminuido en un 34,1% interanual. Esta dinámica refleja tanto las dificultades internas como los desafíos en el entorno internacional que enfrenta la industria argentina.

En cuanto a sectores específicos, los datos del Índice de Producción Industrial del Centro de Estudios Económicos y Sociales (IPI-CEU) a marzo revelaron una aceleración en la caída. Rubros como Minerales no metálicos y Automotor han experimentado las mayores contracciones, afectados por la situación en el sector de la construcción y una menor actividad económica en general.

La situación se agrava con la profundización de la caída en sectores clave como Metalmecánica, Alimentos y bebidas, y Papel y cartón. Aunque algunos subsectores muestran cierta resiliencia, como la producción de aceites dentro de Alimentos y bebidas, el panorama general es desafiante.