La UIA apoyó el consenso para la "Ley bases" pero advirtió sobre los desafíos para el empleo y las pymes

La UIA ponderó que los distintos bloques legislativos escucharan al sector industrial, especialmente en cuestiones esenciales para el desarrollo del mercado de trabajo. Por ejemplo, el plan de regularización de obligaciones laborales, la modificación del régimen de multas contenido en las leyes 24.013, 25.323, 25.013, 25.345 y complementarias; la mayor certidumbre en cuanto a la efectividad de los actos registrales en los casos de trabajo tercerizado; el régimen del despido motivado en cuestiones discriminatorias; entre otros.

Según la UIA “pese a que aún hay puntos prioritarios que se han omitido, la aprobación de este proyecto representará un primer paso para alcanzar mayor certidumbre y seguridad jurídica, y se fomente la generación de empleo productivo de calidad”.

Sin embargo, la entidad entiende que aún quedan puntos que son absolutamente necesarios para resolver los desafíos laborales del entramado productivo industrial, como la posibilidad de negociar y homologar modificaciones a las condiciones del contrato de trabajo; las reglas sobre actualización de los importes reclamados en la Justicia del Trabajo; las normas de interpretación vinculadas a la valoración de la prueba en los juicios laborales; y las normas referidas a la ultraactividad de los convenios colectivos. Cuestiones que también son fundamentales para dar respuesta a los desafíos actuales del mundo del trabajo.

La reducción de los incentivos a la litigiosidad en las relaciones del trabajo es una señal positiva y representa una base sobre la cual se pueden proyectar estrategias para atravesar la crisis actual con la menor pérdida de puestos de trabajo posible y para prepararse para las nuevas realidades laborales. 

En lo referido al RIGI, si bien la UIA viene destacando la importancia de contar con un régimen para grandes inversiones, también es clave desarrollar un régimen de incentivos para PyMIs que fomente las inversiones del entramado local. Asimismo, la UIA había advertido a los distintos bloques parlamentarios que la actual redacción del RIGI coloca a los proveedores locales en una situación de desventaja frente a los productos importados, toda vez que la importación no paga aranceles de ningún tipo mientras que los proveedores nacionales deben cumplir con todas sus obligaciones en materia arancelaria e impositivas. Por este motivo la UIA realizó propuestas al articulado para generar un esquema que permitan a las empresas argentinas convertirse en proveedores de calidad de los nuevos grandes proyectos.