Javier Rodríguez: "A través de Chacras Experimentales trabajamos en la intensificación, diversificación y sustentabilidad de la producción"

“En diciembre de 2019 la provincia de Buenos Aires contaba con 13 Chacras Experimentales, a partir de ese momento creamos otras tres y generamos un sistema integrado entre los 16 establecimientos actuales con una fuerte presencia en todas las regiones del territorio bonaerense. Desde allí trabajamos en distintas líneas de innovación científica-tecnológica aplicadas a la producción agropecuaria, la bioeconomía y la producción de alimentos. Esto nos permite realizar distintos ensayos sobre una gran variedad de cultivos, producciones y técnicas productivas en ambientes y territorios sustancialmente diferenciados”, destacó el ministro Javier Rodríguez.
“Uno de los desafíos más importantes hoy tiene que ver con la mejora genética vegetal para avanzar en la producción de semillas y productos más apropiados para cada uno de los climas, territorios y posibilidades de cada región. En estos tres años y medio iniciamos el proceso de registración de 14 nuevas variedades de cultivos y vegetales como trigo, avena, tomate y, por supuesto, maíz. Además, desarrollamos ensayos comparativos de rendimiento, y trabajamos sobre la intensificación, diversificación y sustentabilidad de la producción”, añadió.
Para acompañar, fortalecer y diversificar la producción de maíz en la Provincia, el Ministerio de Desarrollo Agrario lleva adelante políticas públicas integrales y complementarias con el objetivo de aumentar la productividad, fortalecer la calidad del cultivo e impulsar prácticas sustentables.
En las Chacras Experimentales Bellocq, Blanca Grande y Coronel Suárez del MDA se llevan adelante diferentes ensayos vinculados al mejoramiento genético del maíz y la producción de híbridos, con el objetivo de aumentar su rendimiento, al mismo tiempo que se trabaja en su calidad diferenciada (alto oleico). Hasta ahora, los resultados obtenidos a nivel experimental son alentadores en la búsqueda de materiales que puedan ser incorporados a los sistemas productivos de pequeños y medianos productores de la zona de influencia de cada uno de estos establecimientos.
Además, la cartera agraria trabaja junto al Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria y la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires con el objetivo de desarrollar materiales genéticos experimentales a fin de ampliar la oferta de semilla de maíz adaptada a distintos ambientes en donde predominan pequeños y medianos productores bajo esquemas de agricultura familiar, que necesitan propuestas tecnológicas menos costosas y diversas, producciones orgánicas, agroecológicas, hortícolas y de alimentos, o producir calidades diferenciadas.
En esa línea, el ministro destacó el trabajo que vienen realizando las Chacras Experimentales en materia de bioinsumos, en articulación con Universidades y entidades públicas y privadas.
"Entendemos que hay un gran potencial en todo lo que es la producción con productos biológicos y que es un desafío importante poder articular con el sector privado y el sector público para generar líneas de trabajo específicas, de mediano y largo plazo, que vayan conduciendo a distintos resultados", indicó.