"Emprender me ayuda a estar presente con mis hijos"

Son las 8 y media de la mañana y en las oficinas de la Municipalidad de Ramallo golpean la puerta. Nadie pregunta quién es. Porque saben que al abrirla aparecerá la sonrisa radiante e inalterable de Naty, con su tupper lleno de golosinas y propuestas. Desde hace unos meses, con su familia, decidió invertir sus ahorros y darle una nueva vida al clásico kiosko de diarios y revistas de la esquina más transitada del pueblo. Alcanza con ver los estridentes colores rosa y blanco para darse cuenta que apostaron con todo. 

“Mi papá toda la vida fue comerciante. Tiene un comercio en San Nicolás y crecí viéndolo vender en la verdulería. Cuando era chica, en la escuela me preguntaban qué quería ser cuando fuera grande y yo me sentía mal porque no me gustaba ninguna profesión, lo mío siempre fue vender, atender a la gente”, cuenta con cierta timidez mientras atiende a una señora. “Preparo combos para el cole, por ejemplo, porque soy mamá y ya se lo armaba a mis hijos para que lleven al cole. Hacemos un esfuerzo para variar los productos para mantener el precio y ha tenido una respuesta de los vecinos. Y estamos atentos a lo que necesitan: así fue que al ver que muchos hacen trámites en la Muni o en el Juzgado, hicimos lo imposible por alquilar una fotocopiadora. A medida que se van enterando que tenemos, se acercan”, comenta. 

Ahora, acompañada por una colega de rubro que está en frente (aunque con una propuesta diferente) y la renovación del local de Personal/Fibertel, tiene muchas esperanzas en que el proyecto crezca: “Siempre creí que emprender es que te vaya bien a veces y muy mal en otras, pero se trata de no aflojar. Salgo a hacer reparto por la Muni y otros lugares y me tratan muy bien. Le hemos dado al local mucho amor, con familiares y amigos lo pintamos de colores alegres porque así estamos con este proyecto”, asegura.

En tiempos de devaluación, ajuste y crisis, la decisión de Natalia es un ejemplo de prioridades: “Arrancamos muy de abajo pero tenemos fe y una familia en la que cada integrante aporta lo suyo. Mis hijos nos dan ideas porque son consumidores y con mi marido nos turnamos para atender y estar presente como padres con ellos”. De eso se trata: todos juntos tirando para el mismo lado.