Con los servicios de alojamiento (hoteles, cabañas, casas de alquiler y campings) al 95% de su capacidad de ocupación, el calor del sábado y la caída de la temperatura en la noche de año nuevo permitió que los ocasionales visitantes y los vecinos compartieran eventos privados y espacios públicos. 

En el río, el equipo de guardavidas municipal custodió el disfrute de las familias en la costa mientras en el Paseo Viva el Río “Leandro Mansilla” decenas de emprendedores ofrecieron sus productos. El sábado por la noche los restaurantes que ofrecieron una carta especial cumplieron sus expectativas y -más tarde- un evento convocó a un puñado de miles de personas, que luego de brindar se desconcentraron de forma organizada.